Con el fin de fomentar el bienestar material de sus miembros, los bancos comunitarios promueven el hábito del ahorro y proveen crédito principalmente a sus miembros, orientado a la ejecución de actividades productivas, más que al consumo.
Concede a sus miembros una oportunidad de desarrollar habilidades en contabilidad y administración, el uso apropiado del crédito, y los incentiva a desarrollar y a expandir sus propias microempresas. No obstante, la experiencia ha demostrado que el desarrollo material, por sí mismo, no conduce al verdadero progreso y la prosperidad. Los prerrequisitos espirituales para el desarrollo comunitario son iguales o más importantes. Sin unidad, honradez, respeto, cooperación, transparencia, y espíritu de sacrificio, el desarrollo material no rendirá beneficios satisfactorios.
Un banco comunitario es una metodología crediticia que consiste en que una organización sin ánimo de lucro otorgue préstamos a un grupo de personas que se encarga del manejo y los recursos entregados.